viernes, octubre 22, 2004

Camino a villa madrid

No se si fue obra de la casualidad o simplemente fue el instinto que me llevo al camino de villa madrid, jamas pense que volveria andar por ese rumbo, aun recuerdo la ultima vez que estuve alli, camino sinuoso, un poco escondido, pasar un alto y doblar a la derecha, y ahi estaba un pedazo de calle, un rincon donde el tiempo se paraba, donde nunca senti el viento, nunca hizo frio, justo ahi me miraba, dulce, tierna, nerviosa. Ese pequeño rincon nos escogio, aunque no habia pared, ni luces, nadie mas existia en ese instante, lugar preciso para pedir perdon, para que el mañana no trajera los mismos errores cometidos, suficiente espacio para dos almas, que cansadas de una carcel, encontraron una patio para la misma, pocas palabras, muchas miradas,
demasiado tiempo para un minuto tan corto. La despedida inevitable acarreaba alegria, efusividad, tristeza, esperanza, pidiendole a la noche que se marchara rapidamente, solo para esperar al dia siguiente, para encaminarme nuevamente a la ansiada ruta de villa madrid.